No esperéis que haga un canto a vuestra confianza en Pastor Maldonado, no será así, tengo personalidad y no voy a venderle a nadie una moto que nadie quiere comprar. Desde el año pasado se llevan diciendo cosas muy duras sobre un hombre que, por falta de calidad o de suerte, viene teniendo más problemas pilotando que Luca Badoer en el Gran Premio de Europa de 2009. De este último ya no oigo bromas, vaya... Que curioso.
Quiero entrar a valorar, más allá de su acciones, nuestras reacciones (y me incluyo, porque yo también he dicho cosas de él de las que ahora mismo me arrepiento) ante un hombre que se juega la vida cada fin de semana pilotando un Formula 1 y llevándolo, o intentándolo, mejor que muchos de los que estáis leyendo esto, por no decir todos.
Somos humanos, y bastantes de los que nos reímos de él españoles que tiene más guasa todavía. El fanatismo de barra de bar que he visto hasta el día de hoy en mi país, que se irá de la Formula 1 a partir de que las carreras se dejen de emitir en abierto (ya está desapareciendo poco a poco, aunque todavía quedan), nos está llevando a parecernos más a una hinchada de fútbol que no es capaz de reconocer lo bueno que es un rival antes que en reconocer algo tan bonito como es el motorsport. Cuando digo esa palabra, motorsport, y me preguntan de qué hablo, me gusta recordar una anécdota que me contó alguien cercano a Marta García. En un fin de semana durante el año pasado, en el que disputaba el Campeonato Europeo de Karting, tuvo una seria avería en su kart el mismo día de la carrera. No alargaré la historia, pero os diré que Marta disputó esa carrera gracias a que técnicos de otros equipos, repito, DE OTROS EQUIPOS le repararon su kart. Eso es motorsport, no hay una definición mejor.
El foco se puso en él en muchos momentos: Que si PDVSA pagaba mucho para que pilotara, fallos de karting, acciones que acababan en accidentes... No haré un repaso, no haré sangre, pero el piloto venezolano no ha tenido una carrera tranquila desde que ganó en el Gran Premio de Barcelona de 2012. Muchos de los que le insultan olvidan que fue Campeón de GP2 en 2009, ojo, con pilotos en la parrilla como Marcus Ericsson, Sergio Pérez, Jules Bianchi o Max Chilton. Supongo que también olvidan que olvidan lo más importante: Criticar desde fuera es mucho más sencillo que hacerlo desde un lugar llamado pista.
Cada fin de semana de carreras, este hombre y otros tantos se juegan la vida para ser el mejor, el más rápido y conseguir la victoria pero... ¿Y si Pastor, ojalá que no, tuviera un accidente como el de Bianchi o Wilson? ¿Seguiría habiendo bromas sobre él? Estoy seguro de que sí seguirían habiendo bromas, memes e incluso algunos de los que lloramos a Jules saldrían a decir "Lo tiene merecido, por su manera de pilotar". Nos creemos jueces y señores de un deporte del que somos meros espectadores.
Cuando la crítica al piloto que sea viene de otro compañero, para mí es algo muy diferente. Una persona que ha desempeñado la misma función, que ha pasado los mismos momentos, que ha estado en la misma piel pasándolas putas (perdón por la expresión), tiene una voz y un voto que tiene infinitamente más valor que cualquier otra persona de fuera de las pistas.
Para acabar quiero recordaros que pilotar no es hacer el gamba como hacen algunos por las calles de nuestras ciudades y pueblos, no, es algo serio. Gente que se prepara toda una vida para poder soportar temperaturas de 50º, conducir a 300 km/h y meter el coche por la trazada en trazados que no superan los 8 metros de ancho. Y por cierto, os invito a marcar en el calendario cuando Pastor deje de ser tema del día por sus burlas y pase a serlo otro.
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